La tarea del desbroce consiste en la destrucción del matorral por la acción de dos potentes cadenas unidas girando a gran velocidad de forma elicoidal.
La retroaraña es capaz de desbrozar matorral en terrenos con pendientes superiores al 100%, sin ningún problema ni peligro. Debido a:
Incomparables valores de potencia de elevación y giro.
Gran estabilidad.
Gran rapidez y precisión por su sistema hidráulico.
Robusta construcción en acero.
La retroaraña realiza el trabajo con rapidez y el desbrozado apenas deja residuos, los destruye casi por completo, es decir, los tritura, debido a la potencia del cabezal desbrozador.